Palabra profética julio 2020
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1. Tiempo de soltar la ataduras del corazón.
Hay un proceso de liberación y de sanidad que estoy trayendo a tu vida. Por lo tanto, te invito a que sueltes todo aquello que provoca alianzas con el temor, la tristeza y melancolía, con la frustración y desilusión, con la inactividad y la soledad. Este es tiempo para ver hacia adelante con fe y esperanza, con seguridad que los planes para tu futuro y el de los tuyos son buenos.
Es tiempo para creer que tu mañana es mejor que el ayer. No estás estancado, sino en movimiento, avanzando. El reposo ha sido parte de tu avance. Tu corazón se ha entristecido, tu alma se ha llenado de angustias porque te desenfocaste, perdiste de vista que sigo a cargo de todo. ¿Puedes confiar en mí? ¿Puedes levantarte y sacudirte el polvo y empezar a caminar en medio del mar, aunque no veas un camino claro? Levántate y resplandece nuevamente, porque ha llegado tu luz, dice el Señor.
“¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso.” Isaías 60:1-3 NVI
2. Tiempo de aligerar el paso.
Es tiempo de caminar, y de hacerlo ligeramente. Es tiempo de avanzar, de ir hacia adelante y con la seguridad que yo te guiaré y te alumbraré el camino. Se está escribiendo una nueva historia. Se está yendo por un camino nunca antes andado, pero que yo he establecido desde la eternidad para que caminaras por él.
Esto es nuevo, no trates de usar las estrategias o los métodos del pasado, pues el camino es nuevo, igual que la agenda y el tiempo. No te preocupes de no conocer todos los detalles, de no tener el mapa completo. Esto es como una carrera que vas de una pista a otra y en cada una se te revela el plan del siguiente trayecto. Debes ir paso a paso, no con la seguridad de tu conocimiento, sino de tu fe. Te anticipo que yo sí sé todo el camino, dice el Señor.
“El Señor dice: «Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti.” Salmo 32:8 NVI
3. Tiempo de manifestar el agradecimiento.
Si aprendes a ser agradecido por todo, por pequeño que sea, encontrarás el gozo en tu vida. Debes alegrarte por los pequeños detalles, por las cosas que das por descontado. Debes ser agradecido porque puedes respirar, caminar, porque tienes que comer, tienes donde reposar, etc. Muchas veces estás ansioso, enojado, triste, asustado o desesperado porque no has aprendido a dar gracias por lo que tienes, por mi favor sobre tu vida.
Te he dado tanto y no estás satisfecho. Te he rodeado de mi amor, de mi gracia y de mi misericordia, pero estás tan preocupado por lo que no tienes, por lo que perdiste, que olvidas lo que sí tienes y que es el resultado de mi misericordia, y de mi amor. Cada día levántate y di gracias. En la noche cuando te acuestes, también di gracias, y hallarás mucho sentido en tu vida, dice el Señor.
“No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.” Efesios 5:18-20 NTV
4. Tiempo de sincronizarse con el cielo.
Este es el tiempo de un nuevo comienzo y todo se va a redefinir. Todo se hará a un nuevo ritmo, por lo tanto, debes sincronizar tu vida, tu ministerio, tu llamado con el reloj del cielo. Debes ajustarte a los nuevos tiempos, prioridades y agendas. Tu mente, tu alma, te puede presionar para que por inercia sigas haciendo las cosas de la misma manera, al mismo ritmo, con la misma dinámica.
Pero este año todo ha cambiado en la tierra. El cielo ha irrumpido en la tierra y en la iglesia, trayendo un reinicio, un re enfoque, un cambio de agenda, de prioridades. Deseo que lo hayas entendido, y que te alinees a lo nuevo, que te sincronices al cielo. Tu vida fue puesta a cero y antes de comenzar debes prepararte para moverte al ritmo del cielo, dice el Señor.
“Y dijo: «¡Alabado sea por siempre el nombre de Dios! Suyos son la sabiduría y el poder. Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento.” Daniel 2:20-21 NVI
5. Tiempo para planificar el futuro con fe.
Ciertamente estás en un nuevo normal. La agenda no volverá a ser la misma, dice el Señor. Por tal razón, te insto a planificar el último semestre del 2020 y el primer trimestre del 2021 con fe. El Señor dice: es tiempo de fijar fechas y acciones estratégicas para alcanzar tus sueños. ¡Ya no esperes más confirmaciones!
Es tiempo de actuar y moverte con fe. Reescribe y replantea las metas y los objetivos, redefine los proyectos y los planes que habías guardado en el baúl de los recuerdos. Vuelve tu ilusión en una oración. Planifica, revisa el calendario, discierne los tiempos y las estaciones para el futuro, dice el Señor.
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestra mente alcance sabiduría.” Salmos 90:12, NTV
6. Tiempo de evaluación y corrección.
Quiero transformar tu vida, dice el Señor. Ciertamente, fuiste pesado y has sido hallado falto, pero yo puedo cambiarte por completo. Este mes es una oportunidad de gracia para evaluar y comenzar a corregir tus áreas débiles, tus puntos ciegos, tus ataduras al pecado, los malos hábitos, las fortalezas mentales y las decisiones equívocas. Ora por 21 días seguidos según el Salmo 51, y vuélvete a mí. ¡Aún hay oportunidad de cambio! No seas sabio en tu propia opinión. Mi mano de misericordia está disponible para ayudarte, dice tu Dios.
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmo 51:10
Este mes pondré fin a tu sequía espiritual y ministerial, dice el Señor. Prepárate, pues, mi Espíritu lloverá sobre ti. Este mes recibirás abundante palabra profética, con indicaciones claras y precisas. Mi voz producirá una lluvia de revelación para ti. Cada palabra se asemejará a una lluvia incesante. Mi palabra lloverá en diferentes horas y momentos del día. Refrescará tu ser. Revitalizará tu fe. Te llenará. Por tanto, yo le ordeno a los cielos y a la tierra que envíen lluvia sobre ti, declara el Señor.
“A su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos” Jeremías 10:13
Estoy llamando a los hombres y mujeres buscadores de mi presencia. Aquellos que están dispuestos a decir “HEME AQUÍ”. Los que saben que si buscan mi Reino sobre sus vidas, les serán añadidas todas las cosas. En mi presencia hay banquete, respuestas, purificación, desafíos, palabras de vida y fortaleza. Mi presencia será notoria en ti, como lo fue para Moisés cuando bajó del Monte Sinaí, pues haré resplandecer mi rostro sobre ti. Tu rostro irradiará alegría y satisfacción como resultado de pasar tiempo conmigo.
Estarás saciado. Todo vacío en tu corazón será lleno por mi presencia en tu vida. Te estoy convocando a un lugar apartado y a una hora específica. En este mes de julio, te invito a hablar cara a cara, a un tiempo de revelación, respuestas y dirección, dice el Señor.
“Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan.” Salmos 119:2 NVI
“Cuando Moisés descendía del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, Moisés no sabía que la piel de su rostro resplandecía por haber hablado con Dios.” Éxodo 34:29 NBLA
9. Tiempo de la gracia sobre tu vida.
Este mes lo recordarás como el mes donde mi gracia te rodeó y te dio favor. Así como se la di a Rut cuando se presentó en los campos de Booz, mi gracia se mostró y fue bendecida con provisión, así te ocurrirá a ti. Recibirás provisión extra, pues tú serás escogido para recibir. Así como mi favor estuvo con Ester y le fue concedido lo que pidió, así también, prepárate para pedir que se te conceda lo que necesitas y te será dado, dice el Señor.
También mi gracia estuvo con José cuando se presentó en casa de Potifar para servirle, y fue nombrado mayordomo de su casa y puesto en autoridad, asimismo, mi gracia te abrirá oportunidades de ascensos y serás considerado una persona de confianza para administrar, dirigir y ser ubicado en lugares de autoridad, dice el Señor.
“A la hora de comer, Booz llamó a Rut y le dijo: Ven acá, toma un pedazo de pan y mójalo en esta salsa de vinagre. Rut se sentó junto a los segadores, y Booz le dio grano tostado. Ella comió hasta quedar satisfecha, y todavía le sobró. Luego, cuando fue otra vez a recoger espigas, Booz ordenó a sus criados: Dejen que también recoja espigas entre los manojos de cebada. No se lo impidan. Y aun dejen caer algunas espigas de sus propios manojos, para que ella las recoja. ¡Que nadie la moleste!” Rut 2:14-16
“Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.” Génesis 39:4
“También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete], el rey dijo a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará. Ester 7:2 LBLA
Escucha la voz que dice “LEVÁNTATE, Y ANDA”. El tiempo de estar sin moverte, sin esperanza, sin sueños y, según tú, sin salida, ha llegado a su fin. Por mucho tiempo te has conformado a la misma rutina. La frustración, el desánimo, el fracaso y el enojo te fueron inmovilizando y decidiste quedarte en un estado de pasividad, y sin fuerzas para levantarte nuevamente e intentarlo de nuevo.
Hoy es tu tiempo de dejar esa postración y soltar la camilla donde te encuentras. Este mes, mi voz resuena en tu espíritu para que acciones. Tira las muletas de dependencia de otros, y LEVÁNTATE, SALTA, CAMINA Y CORRE. Tu parálisis se ha marchado. Hoy mi poder te reviste de nuevas fuerzas, de energía y gozo para un nuevo comienzo en diferentes áreas de tu vida. Hay una nueva oportunidad delante de ti, dice el Señor.
“…No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Dicho esto, Pedro lo tomó por la mano derecha y lo levantó, y en el acto cobraron fuerzas sus pies y sus tobillos. El paralítico se puso en pie de un salto y comenzó a andar; luego entró con ellos en el templo, por su propio pie, brincando y alabando a Dios.” Hechos 3:5-8
Iglesia amada: Has entrado a un tiempo diferente, inusual y sorprendente. Estoy rompiendo tus esquemas, tu antigua manera de funcionar. Tu estación de comodidad se terminó. Hoy es cuando tu compromiso será probado, en donde tu pasión por buscarme será personal.
Ciertamente estoy despertando el espíritu de muchos que habían estado dormidos, paralizados, cómodos e inactivos. Estoy soplando un nuevo aliento de vida. Estoy despertando propósitos y llamados. Ahora comenzarás a ver y experimentar la naturaleza, la esencia que he puesto dentro de ti. Saldrás a luz en tu nueva dimensión. Estoy acelerándote en muchos procesos. Estoy apresurando mis tiempos sobre tu vida, declara el Señor.
“Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios,” Hageo 1:14
12. Tiempo de rodear nuestras ciudades, derribando todo muro.
Pueblo mío, dice el Señor, es tiempo de marchar. Prepárate para rodear tu ciudad. Anímate. Ponte de pie y pelea por la ciudad. Hombres y mujeres de guerra, levántense. Los estoy convocando a que en los primeros seis días del mes de julio marquen su territorio. Como en los días de Josué en Jericó, yo te he entregado la ciudad, sus gobernantes, sus autoridades. Cércala con oración. Declara mi presencia. Levanta tu estandarte en señal de que yo estoy peleando a su favor.
Y al séptimo día incrementa tu clamor. Prorrumpe en alabanza, y da gritos de victoria porque todo muro de la ciudad se caerá: muros de enfermedad, muerte, pobreza, angustia, luto, pecado, maldad, perversión, herencias ancestrales, maldiciones de generaciones anteriores, temor, aflicción. Es tiempo de derribar.
“…y el muro de la ciudad caerá…” Josué 6:5b
1. Declaramos un muro de fuego alrededor de nuestra vida, que impide que seamos tocados por el mal.
2. Declaramos que entramos en el séptimo mes vestidos de fe y esperanza, para ver la obra perfecta de Dios.
3. Declaramos que el corazón de muchos será guardado del espíritu de error, confusión y turbación.
4. Declaramos que Junio es el mes del Espíritu Santo, repartiendo sus dones a los santos, consolando a los quebrantados de corazón, y guiando a su iglesia a toda la verdad.
5. Declaramos revelación y obediencia en el ministerio pastoral, con respecto del cuidado de sus iglesias, en este tiempo de pandemia.
6. Declaramos que el oído del profeta estará atento a los secretos e instrucciones de Dios. Cancelamos todo espíritu de distracción que reclama atención.
7. Declaramos fortaleza física, milagros de sanidad, provisión y restauración.
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